Agustín Rodríguez
CEO de la empresa de transformación eficiente PFS
La digitalización es un componente necesario para todos los sectores. La transformación y modernización, desde los espacios comerciales, hasta las páginas webs. La iniciativa del Kit Digital es una buena idea para digitalizar las empresas, así como para mejorar la eficiencia de sus procesos de trabajo. Sin embargo, considero que debería revisarse la manera en las que se están concediendo estas subvenciones para que sean todavía más efectivas y mejores.
El Kit Digital es una iniciativa impulsada por el gobierno que busca modernizar el tejido empresarial y estimular su crecimiento a través de subvenciones. Su dotación es de 3.000 millones de euros durante el periodo 2022-2025, procedentes de los fondos Next Generation de la Unión Europea. Se han dividido las ayudas en tres tramos: las pymes (menos de 50 empleados), las microempresas (menos de 10 empleados) y los trabajadores autónomos. Entre las pymes se van a repartir 1.500 millones, un proyecto que ya está en marcha.
La intención del Kit Digital tanto en espíritu como en la idea, son buenísimas, más aún teniendo en cuenta que las pymes generan alrededor del 90% de las empresas y empleos en España. En nuestro país, la utilización de herramientas digitales y la capacidad de las empresas para que sus trabajadores estén físicamente fuera de la oficina, están bastante por detrás del resto de las pymes y micropymes de autónomos de la Unión Europea.
No obstante, los millones ofrecidos en forma de subvención representan una cantidad elevada de presupuesto del que se benefician unos pocos para vender un producto que en ese momento no necesariamente necesita la empresa, pero que recoge porque se lo ofrece de forma gratuita.
Digamos que el funcionamiento es similar al de recibir una llamada de un proveedor que te informa de que en este momento hay un cheque para cambiar de frigorífico. Si lo aprovechas sale gratis, si no lo aprovechas, no. Quizás no habías pensado en comprarlo, pero si lo ofrecen, lo aceptas.
Con el Kit Digital sucede lo mismo. Si cumples unos requisitos, alguien trabaja para darte un servicio, como una página web, y el proveedor se irá al sitio correspondiente para cobrar la factura. Si vendo una web y la subvención del Kit Digital para una empresa de 110 empleados son 2.000 mil euros (es un ejemplo ilustrativo), se hacen todos los papeles y se empieza a trabajar. Muchas empresas tienen plantillas de web para odontólogos y una plantilla de web para empresas de comunicación, se editan, y durante un periodo de tiempo, se gana un dinero creando páginas para clientes.
Ciertamente, nada es gratis. Imaginemos que lo que ponemos encima de la mesa es que pymes, micropymes y autónomos puedan desgravar 3.000 millones de euros en pagos a las diferentes administraciones si plantean un plan de continuidad, supervivencia de sus compañías o de mejora de su eficiencia. ¿No estaríamos yendo mucho más a lo que cada uno de verdad necesita? Y ahorrándonos todo el movimiento, la gestión, los intermediarios, las empresas… Lo planteo como una pregunta abierta, porque a lo mejor puede ser de otra manera.
El planteamiento del Kit Digital es muy positivo, ya que hace falta digitalización y eficiencia en los procesos de las empresas españolas. Pero, ¿su implementación? En este momento, se está ofreciendo maquinaria para facturar, no obstante considero que no se está dando valor a la sociedad, ni tampoco a las empresas.
Es importante aprovechar las capacidades del mundo digital y la tecnología para darle mayor plazo de vida al negocio y a la compañía. Para mejorar su eficiencia, aumentar sus ingresos o poder llegar a otros mercados. Sin embargo, para eso, antes hay que hacer una reflexión. Y es que normalmente el que mejor sabe hacia dónde puede ir, si tiene el asesoramiento suficiente, o el asesoramiento necesario, es el propio empresario
El éxito de la digitalización de un negocio, se alcanza cuando tienes claro lo que quieres hacer con tu proceso y cómo lo quieres mejorar o cambiar. La facturación digital, la contabilidad, el CRM para gestionar al cliente, la web o tienda online, entran dentro de las diferentes verticales que puedes pedir al Kit Digital. Cualquiera de todas ellas, será útil y generarán eficiencia en los procesos, si están bien pensadas. Si el proceso no es bueno, y no se dan los pasos adecuados para trabajarlo adecuadamente, tendrás un proceso malo, ahora automatizado.
Y eso es lo que a veces sucede con este tipo de subvenciones, porque, como empresa, ¿qué te están incentivando? Que compres una cosa ya hecha, que compres algo… pero no a reflexionar hacia dónde vas.
La digitalización, igual que la optimización y la eficiencia, son un proceso continuo, no un suceso puntual. Por lo tanto, cualquier mecanismo que queramos implementar para ayudar a las pymes a avanzar en su digitalización, debe estar alineado con ese principio y proveer esa ayuda en un periodo de tiempo suficiente para llevar a cabo su plan.
Una forma de ayudar a las pymes podría ser actuar precisamente de la manera contraria a la actual: la empresa podría analizar en qué gastar el dinero, gastarlo, y que el Estado lo subvencione o elimine de los impuestos. O mejor todavía, bajar los impuestos y dejar aire para que las empresas puedan tener dinero suficiente para gastarlo en su mejora digital, teniendo un espíritu más emprendedor o expansivo.
En todo caso, de este modo, como empresa decides qué haces con el dinero, cuando, por lo contrario, con el Kit Digital, se está quitando todo de los impuestos e imponiendo cómo gastarlo.