Víctor Almonacid Lamelas
Secretario de la Administración Local y Máster en Planificación Estratégica.
El programa de gestión pública estrella del momento es la Agenda Urbana Española, un proyecto de gobernanza a todos los niveles, inspirado y financiado por Europa, liderado en nuestro país por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y que se implementará con la colaboración de las CCAA y las Entidades Locales. En este escenario de complejidad en la gestión, la dificultad para la Administración Local es mayor habida cuenta de la escasa consolidación del la figura del directivo público profesional “gestor”, que sin embargo aparece si cabe como más necesaria que nunca para liderar e impulsar la ejecución de planes complejos y multidisciplinares como este y otros de similares características.
1. Introducción
Dentro del contexto post pandemia y de la ejecución de los fondos “Next Generation”, los proyectos que se enmarcan en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), aprobado por la Comisión Europea el 16 de junio de 2021, deben permitir la realización de reformas estructurales en los próximos años que nos preparen para enfrentar con éxito el presente y el futuro. Se trata de un proyecto transversal, ejemplo absoluto de gobernanza y coordinación en todos los niveles territoriales de Gobierno (europeo, estatal, regional y por supuesto local), y que precisa de liderazgo y gestión, dos de las aptitudes más características de los directivos públicos profesionales.
En la misma línea, recordemos que en el Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de diciembre (LA LEY 26471/2020), por el que se aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública para la ejecución del citado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ya se visualiza la necesidad de un adecuado concurso de las instituciones y las Administraciones Públicas, un modelo de gobernanza que permita asegurar la mayor eficiencia en el gasto público y el papel especial de la Administración General del Estado para garantizar el éxito de la ejecución y el control y la salvaguarda necesarios para justificar fehacientemente la solicitud de reembolsos y la absorción de los citados fondos. Y en relación con éstos últimos se reclaman los principios de planificación estratégica y de gestión por objetivos.
2. ¿Qué es la Agenda Urbana Española?
La Orden TMA/957/2021, de 7 de septiembre, se refiere a la Agenda Urbana Española (AUE) como la Política Nacional Urbana que, de forma estratégica y con una metodología precisa y detallada, define y desarrolla los objetivos –ya reconocidos por las Agendas urbanas internacionales– para conseguir un desarrollo urbano sostenible medioambientalmente, cohesionado socialmente y económicamente competitivo. Fruto de un amplio consenso derivado del proceso de participación puesto en marcha al efecto, esta política nacional urbana de marcado carácter integrado, holístico y transversal, reconoce el papel fundamental de las Entidades Locales para llevar la perseguida sostenibilidad a todos los pueblos y ciudades, con independencia de su tamaño y población. Mediante el reconocimiento de un decálogo de objetivos estratégicos, reclama actuaciones concretas con un enfoque integrado que engloban:
- • La ordenación del territorio y el uso racional del suelo.
- • El modelo de ciudad y la revitalización de la ciudad existente, evitando la dispersión urbana.
- • La necesidad de atender a los impactos del cambio climático desde los fenómenos urbanos.
- • La gestión sostenible de los recursos y la economía circular.
- • El fomento de la proximidad y de una movilidad sostenible.
- • La búsqueda de la equidad y una mayor cohesión social.
- • El impulso de la economía urbana.
- • La garantía del acceso a la vivienda.
- • El impulso de la innovación digital.
- • La necesaria mejora de los instrumentos de intervención existentes en la actualidad.
La implementación de esta importante Estrategia resulta clave para lograr la necesaria transición verde, digital y cohesionada socialmente, desde una diversidad de ámbitos y sin perder de vista el carácter holístico e integrador.
El Plan de Acción de la Administración General del Estado, integrado por medidas normativas, de planificación, de financiación y de gobernanza se aprobó conjuntamente con la propia Agenda Urbana Española y comenzó a desarrollarse desde el mismo momento en el que la misma se aprobó. Pero la escala que resulta clave es la local y debe permitir alcanzar modelos estratégicos integrados que contribuyan a la consecución de objetivos de prevención y mitigación de los impactos del cambio climático, modelos urbanos bajos en carbono, vivienda accesible y asequible, cambios modales en el transporte y una movilidad sostenible, el uso de tecnologías limpias y la economía circular, la inclusión social y, por supuesto, la eficiencia energética en el sector de la edificación. Todo ello sobre la base de ese necesario marco estratégico que identifica acciones en el corto, medio y largo plazo y con una batería de indicadores que permite, no solo su seguimiento y evaluación a nivel local, sino también su contribución a la consecución de los objetivos globales mediante el correspondiente reporte de cara a los Informes periódicos que reclaman los Acuerdos internacionales: Agenda 2030, Nueva Agenda Urbana y Agenda Urbana para la Unión Europea.
3. Incidencia en el nivel de Gobierno Local
Las ciudades y las áreas urbanas tienen un papel fundamental en la transformación económica y social, pero es importante tener en cuenta igualmente su relación con otros entornos, como los territorios rurales. Así, la implementación de la Agenda Urbana Española en los pequeños municipios potenciará su dinamización, impulsando la innovación social y territorial y permitiendo luchar contra la despoblación en estos territorios. De esta manera, la armonización de las distintas perspectivas que propone la Agenda permitirá avanzar en un modelo basado en el equilibrio y cohesión territorial, mejorando la habitabilidad del conjunto del territorio.
El Componente 2 del Plan de Recuperación, denominado «Implementación de la Agenda Urbana Española: Plan de rehabilitación y regeneración urbana» es uno de los tres liderados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, e incluye programas de inversión y reformas que ofrecen un marco de apoyo a diferentes escalas: desde el propio territorio hasta los edificios –públicos y privados– y las viviendas, con preferencia en las sociales, abarcando áreas urbanas y metropolitanas de todos los tamaños, incluyendo también el ámbito rural, permitiendo afrontar desafíos como la despoblación, entre otros. Todo ello apoyado en la acción concertada y en la colaboración interadministrativa, para lograr actuaciones que se sustenten sobre los cuatro grandes ejes de transformación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia: transición ecológica, digitalización, igualdad de género y cohesión social y territorial.
Los beneficiarios últimos de las ayudas que contiene el «Programa de ayudas para la elaboración de proyectos piloto de Planes de Acción local de la Agenda Urbana Española» son las Entidades Locales, bien sean Municipios, Diputaciones Provinciales, Cabildos y/o Consells insulares. También podrán ser beneficiarias de las mismas las llamadas «áreas funcionales» o agrupaciones de Entidades Locales que deseen dotarse de un mismo Plan de Acción para atender retos e intereses territoriales, culturales, sociales o económicos comunes, formen parte o no de una misma provincia o Comunidad Autónoma. Esta ayuda dirigida a las Entidades Locales responde, además, a la necesidad de que las mismas se adapten a los nuevos condicionantes de las ayudas europeas que, cada vez con mayor frecuencia, reclaman la elaboración de verdaderas estrategias de ciudad, integradas y transversales, superando el estricto régimen de competencias establecido en materia sectorial. Este es, básicamente, el mensaje de la Nueva Carta de Leipzig, aprobada el 30 de noviembre de 2020, en la Reunión Informal de Ministros de la UE responsables de Desarrollo Urbano, documento que marca los siguientes pasos de la Agenda Urbana para la UE.
4. La AUE es un proyecto que precisa dirección pública profesional
Como vemos todo acaba en los Ayuntamientos, un ejemplo más del ya antiguo principio de subsidiariedad acotado en el Tratado de Maastricht (LA LEY 109/1994). Gestión de fondos europeos, ejecución de programas multidisciplinares, planificación estratégica, concreción de políticas públicas, dirección de equipos de trabajo (preferiblemente en entornos digitales)… Parecen demasiadas tareas, y demasiado complejas, en comparación con el escaso margen de configuración legal y organizativa de una estructura real que englobe a las personas directivas públicas profesionales en los Ayuntamientos. La AUE es, al fin y al cabo, un programa más. Sigue pendiente de ejecución el no menos famoso Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas 2021-2025, estrategia que pretende transformar digitalmente la Administración con iniciativas trasversales para el despliegue de servicios públicos eficientes, seguros y fáciles de utilizar y para la generalización del acceso a las tecnologías emergentes; desplegar proyectos tractores de digitalización, por ejemplo, en los ámbitos de Sanidad, Justicia o Empleo; y apoyar la digitalización de las administraciones territoriales, las Comunidades Autónomas y por supuesto también las Entidades Locales. Y todo ello bajo la atenta mirada de la Agenda 2030, que es el “plan de planes”, por así decirlo.
5. Conclusión
Implantar la Agenda Urbana Española es, probablemente, la tarea más importante que tienen las Administraciones Públicas territoriales españolas en el presente escenario post pandémico. Se trata en definitiva de un proyecto de gobernanza a todos los niveles, inspirado y financiado por Europa, liderado en nuestro país por las personas responsables del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y que se implementará con la colaboración de las CCAA y las Entidades Locales, así como del resto de actores públicos. Y por supuesto, todo ello en el marco contextual de la Agenda 2030, de la pandemia y de los planes de recuperación y resiliencia. Obviamente, la dificultad para la Administración Local es mayor habida cuenta de la escasa consolidación del la figura del directivo público profesional “gestor”, que sin embargo aparece si cabe como más necesaria que nunca para liderar e impulsar la ejecución de planes complejos y multidisciplinares como este y otros de similares características que con toda seguridad vendrán.