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    La Dirección Pública Profesional en el II Foro de Empleo Público en Andalucía

    La Dirección Pública Profesional en el II Foro de Empleo Público en Andalucía

    La Dirección Pública Profesional en el II Foro de Empleo Público en Andalucía

    Rodrigo Martín Castaño

    Presidente de la Asociación Dirección Pública Profesional

    Especial Directivos, Nº 1868, Sección Management, Quincena del 15 al 30 Jun. 2024, LA LEY

    Especial Directivos - Management, Nº 1868, Sección Management, Quincena del 15 al 30 Jun. 2024, LA LEY

    Andalucía se sitúa en el grupo de cabeza de gobiernos que han apostado por la institucionalización de la figura de la DPP y adoptará de forma progresiva un sistema flexible —de geometría variable—, abierto —a personas que demuestren disponer de las competencias directivas establecidas— y que contendrá el máximo número de elementos de la ecología de la DPP.

    la Junta de Andalucía cuenta con los dos elementos básicos para construir un sistema de dirección pública profesionalizado comparable con los mejores de la OCDE, pues su avanzada regulación y su nuevo diccionario de competencias de dirección pública con vocación transformadora son las palancas más importantes que definen en su ámbito que es la DPP. Están en un momento muy crítico pues deben diseñar en el nuevo estatuto de la DPP cómo y cuándo, por eso mi intervención ha destacado que las experiencias nacionales e internacionales y la reciente regulación de la DPP en el Estado y varias comunidades autónomas ofrecen un panorama muy positivo para este año.

    Los días 6 y 7 de junio de 2024 ha tenido lugar el II Foro de Empleo Público en Andalucía, en esta segunda edición, a mi juicio, el eje estrella ha sido el futuro Estatuto de la Dirección Pública Profesional cuya propuesta, según nos explicó José Loaiza, el director del Instituto Andaluz de Administración Pública (IAAP), está siendo elaborada por más de cincuenta personas, organizadas en ocho grupos de trabajo.

    Cada grupo tiene la responsabilidad de desarrollar normativamente un aspecto de la DPP, y nos comentaron que los trabajos están muy avanzados y pronto podrán ver la luz. Cierto es que todavía les queda un camino —no exento de vaivenes— hasta que empiecen a implantar el nuevo sistema. Sin embargo, con los pasos que se están dando, en ese momento, Andalucía se sitúa en el grupo de cabeza de gobiernos que han apostado por la institucionalización de la figura de la DPP.

    Es por ello, que tanto yo como la ADPP, estamos muy agradecidos de la invitación del IAAP a participar en esta edición con una ponencia titulada «La dirección pública profesional ya no puede esperar más» que tenía la misión de actuar de rompehielos.

    Comencé llevando a los asistentes a los albores de la DPP moderna en el mundo que se remontan al Reino Unido cuanto éste era la primera potencia mundial, pues afirmaban que el mantenimiento del Imperio Británico estaba vinculado a la existencia del Senior Civil Service. El fin de la segunda guerra mundial generalizó la figura de la DPP entre los países más avanzados, pero la verdadera institucionalización de estos sistemas se produce en un contexto de crisis económica los años 70 del siglo XX que exigió la profesionalización de la gestión. Muchos de esos sistemas de DPP se reforman y se mejoran hacia los años 90, y se extiende su implantación a casi todos los países de la OCDE, pero España no está entre ellos. Hay que esperar hasta el 2007 para ver recogido en nuestro derecho positivo la figura de la DPP.

    Gracias a los trabajos de Boyatzis, se incorporan a los sistemas DPP más maduros la gestión por competencias. No es casual que el IAAP, ya en 2005 empezase a trabajar con los diccionarios de competencias directivas y que en 2007 publicase su primer diagnóstico. Desde entonces no han parado de investigar, elaborar, proponer e implantar diferentes instrumentos de gestión que han hecho posible —en palabras de José Loaiza— la existencia de una base que funciona muy bien y que permitirá implantar la nueva organización que cumplirá la misión que tiene encomendada y que, en consecuencia, mejorará la confianza de la ciudadanía en las instituciones andaluzas.

    A mi juicio, es evidente que la Junta de Andalucía cuenta con los dos elementos básicos para construir un sistema de dirección pública profesionalizado comparable con los mejores de la OCDE, pues su avanzada regulación y su nuevo diccionario de competencias de dirección pública con vocación transformadora —aprobado en 2023—, son las palancas más importantes que definen en su ámbito que es la DPP.

    Están en un momento muy crítico pues debendiseñar en el nuevo estatuto de la DPP cómo y cuándo, por eso mi intervención ha destacado que las experiencias nacionales e internacionales mostradas en los tres congresos globales online que hemos organizado desde el año 2019, y la reciente la regulación de la DPP en el Estado y varias comunidades autónomas ofrecen un panorama muy positivo para este año.

    Desde la Asociación Dirección Pública profesional, apostamos por que Andalucía adoptará de forma progresiva un sistema flexible —de geometría variable hacia arriba y hacia lo ancho—, abierto —a personas que demuestrendisponer de las competencias directivas establecidas— y que contendrá el máximo número de elementos de la ecología de la DPP.

    Y porque entendemos que la realidad es muy compleja y las resistencias corporativistas y partidarias están ahí, nosotrosapoyaremos y respaldaremos cualquier paso que se dé en la dirección correcta y animamos al resto de gobiernos a que sigan los pasos de Andalucía —más pronto que tarde—, generalizando y normalizando la DPP en España.

    Una vez roto el hielo por mi parte, las intervenciones subieron el listón de forma espectacular, el anfitrión y alma del evento José Loaiza, destacó los principales aspectos del nuevo modelo que se está trabajando, la misión de las personas en puestos de DPP, la rendición de cuentas, la selección a través de una comisión y los elementos de evaluación de la idoneidad. Carlos Suso explicó el sistema de evaluación y verificación de competencias directivas que formarán parte del modelo DPP. Arturo Domínguez, SG para la AP de la Junta de Andalucía, explicó que se estaba actuando sobre personas, procesos y sistemas. Clara Mapelli, Secretaria de Estado de Función Pública, nos explicó los trabajos para llevar a cabo la doble transformación institucionalizada digital y verde y la elaboración del nuevo estatuto de la DPP que ampliará su ámbito a las Direcciones Generales.

    El conversatorio de Carmen Seisdedos del IAAP, Ismael Peña-López de la EAPC e Israel Pastor, del INAP puso de manifiesto el potente músculo transformador desde el aprendizaje y la gestión del conocimiento con el que contamos y finalmente dos intervenciones muy destacadas: Rafael Catalá, ex ministro de Justicia que destacó que sólo tendremos éxito si hay liderazgo político y DPP y que descarta totalmente la confianza política o personal como criterio de selección en la dirección de organizaciones públicas y clausuró el evento José Antonio Nieto actual consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública que puso de manifiesto que como pioneros saben que para asegurar la implantación de la DPP es necesario que esta se generalice al resto de instituciones e hizo un llamamiento al gobierno español a caminar juntos desde la máxima lealtad.

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